Voy siempre con mi lápiz de dos puntas (azul y rojo) y dibujo lo que tengo a mano... que curiosamente suele ser mi propia mano, por lo que realmente no hace falta que dibuje en un bar.
Me he obsesionado con las gimnasias rítmica y artística. No entiendo bien ninguna de las dos, pero me impresionan mucho. Es por ello que le estoy dedicando, a mi manera, este proyecto tan especial para mí, lleno de dobles lecturas que, seguramente, sólo yo soy capaz de ver.